El oído humano es capaz de percibir, escuchar y reconocer, los sonidos cuya frecuencia se encuentra comprendida entre aproximadamente 30 y 20.000 ciclos por segundo. Sin embargo, existen vibraciones sonoras inferiores y superiores a dichas frecuencias, que en algunos casos pueden ser percibidas por otros seres vivos; caso de los perros que perciben sonidos superiores a los 20.000 ciclos, existiendo pitos que han sido fabricados para producirlos, y que resultan inaudibles para los humanos, pero sirven para hacer señales a los perros. Los infrasonidos - son los sonidos de frecuencia inferior a 30 ciclos por segundo (c/s). Los ultrasonidos - son los sonidos de frecuencia superior a 20.000 ciclos por segundo (c/s).